Es perfectamente factible someterse a un régimen de pérdida de peso, y unos meses después terminar con 5 kilos de más. ¿Le resulta familiar?  ¿Qué pasa? Las dietas super estrictas fomentan una pérdida importante de agua y masa muscular, y en el momento en que creemos volver a una vida normal, se recupera todo lo perdido en forma de grasa. Y para peores, esta pérdida muscular se traduce en un metabolismo más lento.

La clave para perder peso, y mantener la pérdida se traduce en dos simples factores. Primero, se debe corregir el ciclo de hambre-saciedad durante el día, que a su vez adecúa las hormonas que están fuera de sintonía y la química cerebral, que impulsa el hambre y el comer en exceso.

El segundo es aumentar su metabolismo para quemar más calorías durante el día.

Desafortunadamente, la mayoría de las dietas hacen lo contrario (aumentar el hambre y hacer el metabolismo más lento). ¿Porqué fallan las dietas? ¿Cómo evitarlo? Aquí se lo explicamos.

1 . Se usa la ¨fuerza de voluntad¨, en lugar de la ciencia, para controlar el apetito.

Hay una ciencia del hambre. Sin embargo, la mayoría de las dietas (o comer menos) activan esa hambre de manera descontrolada. Nuestro cuerpo lo que hace entonces es activar mecanismos para protegernos del hambre, y al final esto enlentece el metabolismo.

¿Qué hacer?

Respete su apetito. Coma lo suficiente para satisfacer su apetito (siempre y cuando sean alimentos de saludables y ¨reales¨). Además, coma proteínas para el desayuno y evite el consumo de alimentos 3 horas antes de acostarse. Balancee sus comidas de manera que logre equilibrar el azúcar en la sangre e insulina durante el día, haciendo combinaciones inteligentes con alimentos de bajo índice glicémico.

2 . Se cuentan calorías.

El mantra de las calorías que entran vs. las calorías que salen, resulta controversial, ya que no todas las calorías son iguales. Algunas pueden inducir al aumento de peso, mientras que otras pueden ayudar a perderlo.

Cualquier alimento que provoque un pico elevado de azúcar en la sangre, provoca un cambio en el metabolismo y puede activar ¨más hambre¨.

¿Qué hacer?

Coma las ¨calorías adecuadas¨ y en combinaciones estratégicas:

  • Prefiera alimentos de bajo índice glicémico ó entero como la base en su alimentación.
  • Incorpore leguminosas con moderación.
  • Utilice el azúcar con mucha cautela – en dosis muy pequeñas.
  • No use edulcorantes artificiales. Pueden desequilibrar la microbiota gastrointestinal, desencadenando receptores dulces, hambre y un metabolismo lento que puede conducir a obesidad y diabetes tipo 2.

3 . Se evitas las grasas a toda costa.

Muchos todavía creen que hay que evitar las grasas para perder peso. Estudios recientes han encontrado que es más importante controlar la ingesta de harinas refinadas y productos procesados para lograr una pérdida de peso efectiva.

¿Qué hacer?

  • El consumo de grasas saludables puede contribuir a la pérdida de peso.
  • Incluya grasas vegetales, como el aguacate, nueces, aceite de oliva, aceitunas, semillas de chía u ajonjolí, o mantequilla de maní.
  • Consuma cortes de carne magros (huevos, pechuga de pollo sin piel, carnes de res o cerdo sin grasa) y fuentes de ácidos grasos omega 3 (sardinas, arenque, salmón y bacalao).

4 . Otros motivos de salud que requieren atención médica.

Hay razones más allá de su dieta o la cantidad de ejercicio que haga, que pueden afectar su peso y metabolismo, a causa de inflamación. Algunas de ellas son alergias o sensibilidades a ciertos alimentos, problemas en la tiroides o a nivel intestinal, y las toxinas del ambiente.

¿Qué hacer?

Junto con un equipo profesional (médico y nutricionista), encuentre las causas ocultas de su ganancia de peso.

  • Pruebe una dieta de eliminación. No eliminar calorías, pero sí los alimentos inflamatorios (como el gluten y los productos lácteos).
  • Mejore sus salud gastrointestinal con una dieta ¨microbiome-friendly¨.
  • Desintoxique su cuerpo y su vida, reduciendo la exposición a sustancias químicas ambientales y comunes.

5 . No cambiar el estilo de vida.

Una buena salud es producto de un estilo de vida saludable! Si usted no se compromete a alimentarse y ejercitarse adecuadamente, la salud física y mental no va a aparecer por sí sola.

¿Qué hacer?

  • Comprométase con un estilo de vida saludable.
  • Propóngase a un plan de ejercicio que se ajuste a sus gustos y necesidades, y que usted sea capaz de cumplir.

¡Aventúrese a un mundo más saludable! Contáctenos, y permítanos ser parte de su proceso de transformación.

 

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